viernes, 31 de mayo de 2013

España, aparta de mí este cáliz (Madrid: Ardora Ediciones, 2012)


Aparece la primera edición facsimilar de la edición príncipe de «España, aparta de mí este cáliz» (gestión y supervisión editorial, Alan Smith Soto).  La edición príncipe, que lleva un prólogo de Juan Larrea y un dibujo de Pablo Picasso, también reza: "Soldados de la República fabricaron el papel / compusieron el texto y movieron las máquinas. / Ediciones Literarias del Comisariado. Ejército del Este / Guerra de la Independencia. Año 1939".

En 1939, la azarosa publicación de España aparta de mí este cáliz aglutinó a cuatro figuras eminentes de la cultura hispana: un pintor, Pablo Picasso, y tres poetas: César Vallejo, autor del poemario, Juan Larrea, prologuista del libro, y Manuel Altolaguirre, responsable de la edición, que fue impresa en el monasterio de Montserrat días antes del final de la Guerra Civil. Larrea relata así los prolegómenos: «Picasso no conocía a Vallejo. Apenas se produjo la muerte de César, me reuní, una larga tarde, con el pintor y le leí un buen puñado de versos vallejianos. Picasso, profunda y visiblemente emocionado, exclamó: “A éste sí que le hago el retrato”». En un discreto segundo plano, Georgette, viuda del poeta, dio los pasos iniciales para que los poemas vieran la luz. El Gobierno de la Generalitat había convertido el monasterio de Montserrat en Hospital del Ejército del Este y Unidad de Imprentas. Su taller, creado a finales del s. XV por discípulos directos de Gutenberg, quedó entonces bajo la dirección de Manuel Altolaguirre. Allí imprimió, con ayuda de tipógrafos y soldados del frente de Aragón, su colección Ediciones Literarias del Comisariado del Ejército del Este, a la que pertenecen, además del volumen de Vallejo, los de Pablo Neruda, España en el corazón. Himno a las glorias del Pueblo; Emilio Prados, Cancionero menor de los combatientes; y, posiblemente, Poesías de la guerra, de Pedro Garfias, del que no se ha conservado ejemplar alguno. En sus memorias, Altolaguirre evoca el proceso de elaboración de uno de los títulos: «El papel que se fabricaba en ese molino era un papel precioso. Los trapos viejos triturados y blanqueados se transformaban en hojas blanquísimas de papel hilo con transparentes marcas de agua. Papel que salía hoja a hoja y que eran colgadas de los cordeles con los mismos ganchos con que las lavanderas cuelgan la ropa limpia. Producción limitada pero sorprendente. El Boletín del Cuerpo de Ejército y su suplemento literario fueron impresos en ese papel de lujo. También editamos varios libros. Entre ellos España en el corazón, de Pablo Neruda; como materia prima para ese libro se usaron banderas enemigas, chilabas de moros y uniformes de soldados italianos y alemanes.» El Comisariado de la Unidad de Propaganda del XI Cuerpo de Ejército del Este —que se ocupaba, entre otras cosas, de redactar, imprimir y repartir los periódicos y la propaganda a las distintas unidades del ejército— estaba integrado, junto a Manuel Altolaguirre y su esposa, Concha Méndez, por Antonio Sánchez Barbudo, Rafael Dieste, Juan Gil-Albert, Ramón Gaya, Arturo Cuadrado y Emilio Prados. En febrero de 1939, al ocupar el Monasterio, las tropas franquistas destruyeron todas las publicaciones republicanas. Nada se supo de España, aparta de mí este cáliz, hasta que Julio Vélez y Antonio Merino hallaron un ejemplar en la biblioteca de Montserrat e incluyeron un facsímil del mismo en su estudio España en César Vallejo (1984). Hoy, gracias a la iniciativa y diligencia de otro poeta, Alan Smith Soto, profesor de Literatura Española en Boston University y autor del epílogo que contextualiza el trabajo de Vallejo, Árdora pone a disposición de los lectores la primera edición facsimilar y exenta del legendario libro.


 http://www.ardora.com/espana-aparta-de-mi-este-caliz-cesar-vallejo


lunes, 1 de abril de 2013

CÉSAR VALLEJO Y LUIS E. VALCÁRCEL: UN MISMO DERROTERO INDÍGENA/ Miguel Pachas Almeyda


Extraordinario artículo (con documentos adjuntos) sobre tres cartas que el poeta César Vallejo, entre los años 1935 y 1938, cruzara con el historiador L. E. Valcárcel; a cuya labor, según Martín Adán, debemos la invención del Cusco: "se conocieron epistolarmente en 1935 y, personalmente en París de 1937", precisa Miguel Pachas Almeyda.  Además de informarnos de la amistad y afinidad del poeta peruano con Tristan Tzara, en tanto existía entre ellos: "ideas universales que nos son comunes"; y, en específico, en cuanto a comprobar la relación abierta e incluyente, para nada chauvinista, que tenía César Vallejo con su propia cultura vía, por ejemplo, al proyecto de Vallejo de traer al poeta rumano a  América: "como un gran difusor de nuestra riqueza ancestral", enfatiza Pachas.  En fin, más que una novedad o anécdota, este texto del conocido georgetólogo --que es  Miguel Pachas-- ilumina una continuidad; ya en sus "Nostalgias imperiales", de Los heraldos negros, y de otro modo no menos elocuente, algunos años después, declaraba el Cholo: “La indigenización es un acto de sensibilidad  indígena y no de voluntad indigenista.  La obra indígena es acto inocente y fatal del creador político o artístico, y no es acto malicioso, querido y convencional de cualquier vecino [“Los escollos de siempre”, en Variedades, num 1.025, Lima, 22 de octubre de 1927]”.  Pasemos, pues, a leer este valioso aporte y generosa colaboración de nuestro amigo, sino hermano Miguel, para con este blog.

 http://blog.pucp.edu.pe/item/174433/c-sar-vallejo-y-luis-e-valc-rcel-un-mismo-derrotero-ind-gena-miguel-pachas-almeyda#more

domingo, 17 de marzo de 2013

Trilce, El pez de oro e Inkarri




Una paradoja, que está por desarrollarse y acaso  pasar a enriquecer y problematizar la literatura peruana, es cómo un peruano de segunda generación --que por sus abuelos españoles  es Vallejo-- influencia de modo directo (particularmente con Trilce) la poesía de Alejandro Peralta (Ande, 1926) y --a pesar de no gustar de Vallejo o no valorarlo-- también la compleja obra dramático-retablista de su hermano Arturo o “Gamaliel Churata” presente en El pez de oro [1927] (1957); y, en consecuencia, movimientos autoctonistas como el que representó y animó el Grupo Orkopata en Puno (1926-1930) y que dirigieron ambos hermanos.   
 
El pez de oro: la Biblia del indigenismo, según Omar Aramayo, o el ur-text de las diglosias literarias formales peruanas, según Enrique Ballón (Usandizaga 13).  Aunque debemos a esta misma autora puntualizar que: “la obra de Churata se aleja de la de la mayoría de los indigenismos, que trataron de representar el mundo indígena; para él, el proyecto era conectar con el saber y la sensibilidad de ese mundo para escribir una obra  que reivindicara los orígenes de los culturalmente mestizos como él y a la vez hiciera visible lo propiamente indígena fuera de los estereotipos  ligados a la mirada externa, en la medida, claro, en que es posible  evitar esa mirada por parte de un no-indígena” (Usandizaga 14).  Conviene recordar  que Gamaliel Churata polemizó con César Vallejo en torno a la dura crítica de este último a las vanguardias [Boletín Titikaka, mayo de 1927]; pero como bien apunta Elena Usandizaga en su reciente edición de El pez de oro: “al final su obra va en el sentido de lo que reclamaba Vallejo: un vanguardismo no mimético y cuya originalidad no radicará en las fórmulas de lo nuevo, sino en una sensibilidad más profundamente rupturista” (Usandizaga 27).  No está demás proponer, apenas deslizado aquí, lo productivo que podría ser en un estudio posterior ligar Trilce con El pez de oro en tanto versiones distintas y complementarias del mito de Inkarri; ya que, y no sólo en el caso del poemario de 1922 y probablemente de gran parte de la poesía de César Vallejo: “En El pez de oro sí hay una referencia directa y relacionada con el significado de lo soterrado que ha de volver: la apreciamos en la aparición mítica del Inca, personificada en el Puma de oro, Khori-Puma, y su sucesor el Pez de oro, Khori-Challwa” (Usandizaga 55).


Usandizaga, Elena (ed.)

2012    “Introducción”.  Gamaliel Churata.  El pez de oro.  Madrid: Cátedra. 11-116






viernes, 1 de marzo de 2013

Encontro internacional: A identidade latino-americana em questão



O Memorial da América Latina, em parceria com o Centro de Oralidade COS/PUC, realizará na segunda-feira, 25 de março, das 9h às18h, a palestra  Jornada Internacional “América  Latina : Conceitos e Experiências”.

O evento contará com dois focos centrais: pela manhã, discussão conceitual  com convidados estrangeiros e brasileiros, e à tarde, mapeamentos e registros sonoros do continente .

América  Latina : Conceitos e Experiências” terá a coordenação dos pesquisadores Jerusa Pires Ferreira e Amálio Pinheiro. Com entrada franca e inscrições gratuitas, as conferências serão na Biblioteca Latino-americana Victor Civita. Grátis.

Programa
9h30-12h30
A mesa terá apresentação de Jerusa Pires Ferreira, mediação de Mila Goudet e de Elen Döppenschmitt. A conclusão será de Amálio Pinheiro. E participam os seguintes conferencistas:

“El Camino Tormentoso de las Identidades em América Central”
Albino Chacon (Universidad Nacional de Costa Rica)

“Uma Identidad Cultural Andina em los EE.UU: desplazamiento y transnacionalismo”
Ulisses Zevallos (Ohio State University, EUA)

“Trilce: húmeros para bailar”
Pedro Granados Aguero (Unila/PR, Brasil)

14h30-17h
A mesa terá mediação de Dirceu Martins Alves e apresentação de audiovisual de Ricardo Pires Ferreira Filho. E a seguinte conferência:
“Um Bolero Mapeia o Continente: Vete de Mí”: Amalio Pinheiro e Jerusa Pires Ferreira (ambos da PUC-SP).


Palestra: Jornada Internacional “América Latina: Conceitos e Experiências”
Dia :25 de março, às 9h
Local: Biblioteca Latino-americana Victor Civita
INFORMAÇÕES: 3823.4660
Entrada franca

sábado, 16 de febrero de 2013

[Las aulas van sucediéndose estimulantes]



Las aulas van sucediéndose estimulantes entre los que participamos en el Curso Monográfico sobre César Vallejo, en la UNILA. Como profesor, “experto” en el tema, voy aprendiendo horrores y, creo, los estudiantes también. Mas ayer (15/ 2/ 2013) fue en particular un gran día. Nos informamos y tuvimos experiencia de lo que para el poeta peruano podría significar aquella frase de Favorables, París, Poema respecto a que, frente a las “preguntas sin respuestas”, la poesía sería una “respuesta sin preguntas”. Motivo de escándalo del pasado, del presente y del futuro constituye esta fórmula o manifiesto. Frente a las tecnologías latinoamericanas del verso (británico modo, neobarroco, minimalismo, etc.) que soslayan este aspecto fundamental de la poesía; que no hablo, en absoluto, de romanticismo ni, de su coda, el surrealismo. Frente a las miradas de tipo cultural o sociológico, las distintas posturas post-autónomas que antes las prefiguraron --y las explicaron de modo más consistente-- los teóricos alemanes de la recepción y resumió bellamente un inglés como Terry Eagleton: “the reader makes the literatura”. Frente, pues, a tecnólogos de la comunicación y científicos de la sociedad -- repletos de supuestas preguntas inteligentes y, peor todavía, a veces rentables psicosociales-- la poesía no se toca. Pero la imaginamos, frente a este estado de cosas crítico-teórico, perpleja y con la boca abierta, eso sí. Es absolutamente irrelevante seamos neo-barrosos o minimalistas en nuestra cocina; lo importante es si hayamos qué ponerle a la olla más allá de nuestro narcisismo que procura no tomarse en serio y resulta ridículo; más allá de demostrar --acaso de modo impúdico-- que visitamos el diccionario y tenemos la edición más reciente de uno de etimología. Para no hablar de otros camaleónicos intereses que quieren pasar por poesía. Entre estos una especie de lavado acaso no sólo de dinero mal habido; sino de nuestras personas en su totalidad. Adoro a los malos, incluso poetas, en la literatura; pero no a los que se quieren hacer pasar por buenos. La “respuesta sin preguntas” sale para todos. Pero qué difícil --aunque no imposible-- debe ser captarla o admitirla, por ejemplo, para alguien que trabajó o trabaja en el Ministerio de Cultura de la República Dominicana; o para alguien que se jubiló muy bien en los Estados Unidos, no puede regresar a su país, y anduvo tomando el pelo --que ya no tiene-- a medio mundo de jóvenes aficionados a la poesía. Todos nos volvemos decrépitos y nos morimos, también los poetas; pero lo único que quedará vivo en nuestra obra será el testimonio de aquel acontecimiento sin preguntas. Y no qué tanto enterados, listos, críticos, solidarios o simpáticos fuimos.



El CURSO MONOGRAFICO EM LETRAS se dicta, para la carrera de Letras, hasta mediados de abril en la Unila, Brasil.

sábado, 9 de febrero de 2013

[Nosotros los latinoamericanos]


Nosotros los latinoamericanos no tenemos la historia ni el nivel de corrupción del canónico occidente. Nacimos después y somos aprendices. La poesía siempre ha convivido con la corrupción. Es imposible se liguen el ansia del poder y la manipulación social con la poesía. Aunque tengamos excepciones, por cierto, Neruda y Octavio Paz (por ejemplo); aunque el psicosocial que constituyeron (¿qué aún constituyen?) no fuera monitoriado por ellos mismos. La poesía está que se muere, la pobrecita; pero no muere, ni jamás morirá. No depende de nosotros matarla, depende de la poesía. Pero prepárese el que quiere seguirla, a ser destruido; no sólo por ella, por su torpeza al amarnos: sus afiladas rodillas y codos de adolescente. Sino también por la sociedad, por cualquiera de ellas, y sus instituciones. Nadie quiere pasar por tonto ocupado. Nadie desea admitir que debió dedicarse a aquello que rechazó un día. Un día en que la poesía le puso un cabe de puro traviesa; un cabe para detenernos a pensar; un cabe con su respectiva almohadilla. Pero nos vamos muriendo. Ya se murió Vallejo, el del tercer ojo. Ya se murió César Moro, el que sabía amar. Ya se murió Martín Adán, el niño autista de tirantes y saco malolientes. Ya se murió Luchito, el de la vox horrísona. Son la únicas muertes que cuentan en la poesía peruana (por ejemplo). No existe ninguna otra, hasta ahora. Hasta que se muera Pedro Granados. Y los miles de hijos de puta, que son tres gatos en la poesía, se percaten; ha, recuerden; ok, acaso añadan a la lista. Pero nunca admitan que estuvieron más lúcida, coordinada y sistemáticamente ciegos que la puta madre



Con mis saludos cordiales,
PG